Estudiar podología no solo implica conocer la forma adecuada de retirar de forma correcta una uña enterrada. Un podólogo también puede diagnosticar y tratar:
- Patologías comunes. Como son las alteraciones óseas, musculoesqueléticas y dermatológicas; es decir, juanetes, callos, hongos, papilomas, fascitis plantar.
- Pie cavo o plano. En ambos casos es aconsejable un seguimiento continúo de las extremidades para aliviar y corregir sus síntomas, así como evitar malas posturas que hagan que se agrave la patología. En este caso, el podólogo valorará la posibilidad de utilizar plantillas ortopédicas o calzado específico.
- Lesiones deportivas. Es común que un alto porcentaje de deportistas sufran lesiones articulares, inflamaciones u otros problemas en pies y tobillos. A ellos también les puede ayudar contar con un buen podólogo.
- Pie diabético. Uno de los síntomas más característico de la diabetes es la insuficiencia de las extremidades y la falta de sensibilidad. Un podólogo puede asistir al tratamiento dictado por un endocrinólogo y tratar esta enfermedad cuando se presenta con algún malestar en la zona de los pies.
En el Instituto Podológico Mexicano – ubicado en Av. Santiago #35 Esquina con Playa Rosarito, Col. Santiago Sur, Iztacalco C.P. 08800 -, te daremos los conocimientos tanto teóricos como prácticos para que aprendas a diagnosticar y tratar cada uno de los procedimientos antes mencionados. Te esperamos con profesionales en podología que te guiarán en este camino capacitándote y ofreciéndote las herramientas necesarias para que pronto te puedas convertir en un experto podólogo.
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