Los pies son una parte fundamental, no solo de nuestro cuerpo si no también, de nuestras actividades diarias. Por esa razón es de suma importancia que puedas visitar al podólogo de forma habitual para prevenir las infecciones y males comunes que pueden atacar a nuestros pies. Continúa leyendo para conocer cuáles son.
Las características propias del pie lo hacen susceptible al desarrollo de numerosas afecciones al tratase de una estructura compleja, formada por 33 articulaciones, 26 huesos y 19 músculos, y cada una de estas piezas es susceptible de lesiones, como artropatías, miopatías y osteopatías.
Al ser el principal punto de apoyo del cuerpo y soportar cargas muy superiores a nuestro cuerpo, lo pone en un nivel de cuidado indispensable para mantenerlos sanos. Además, si lo anterior se asocia a una mala alineación corporal, nos encontramos con puntos de presión excesivos en zonas no preparadas para ello.
De ahí la relevancia de visitar al podólogo de manera preventiva para atender las posibles afecciones comunes que podemos presentar en nuestros pies.
Algunas de éstas son:
- Juanetes: Consiste en una protuberancia ósea en la articulación de la base del dedo gordo del pie, causada por la presión que se le aplica a éste o por artritis. Callos y durezas: Engrosamiento de la piel por la fricción o la presión, principalmente en la planta del pie.
- Metatarsalgia: Es dolor en la parte delantera del pie. El dolor suele ser punzante y puede llegar a ser muy intenso. Es muy habitual entre los deportistas; Las mujeres también son proclives a desarrollarla, por el uso de calzado inadecuado.
- Bursitis retrocalcánea: Inflamación dolorosa del talón causada por una presión. Provoca hinchazón y sensibilidad en la parte posterior del talón y el tobillo.
- Tendinitis o tendinosis del tendón de Aquiles: Se rompen los tejidos blandos en y alrededor del tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón.
- Fractura por sobrecarga: Se refiere a una pequeña fisura en un hueso. Puede ocurrir en los dedos de los pies o en el pie mismo.
- Fascitis plantar: Inflamación de la fascia plantar, un ligamento ancho y plano en la parte inferior del pie. Este ligamento se extiende desde la parte delantera del talón hasta la base de los dedos.
- Pie diabético La elevación de los niveles de glucemia en sangre produce daños en los vasos sanguíneos y nervios que se encuentran en las extremidades, en especial de los pies.
- Esguinces: Desgarro de ligamentos en los dedos de los pies o el pie.
- Artrosis o lesiones del cartílago: desgaste o daño al tejido que cubre la superficie del hueso.
- Quistes o tumores: son sacos llenos de aire, líquido u otras sustancias.
- Espuelas de talón:
- Infecciones del pie: la más frecuente es el pie de atleta ocasionado por hongos, pero también pueden producirse en los huesos o en las articulaciones por bacterias.
- Compresión, daño o pinzamiento de los nervios del pie: compresión de las estructuras óseas o de las partes blandas del tobillo durante determinadas actividades, como poner los pies en punta.
- Artritis reumatoide: un trastorno articular inflamatorio crónico.
- Verrugas en la planta del pie
- Caída del arco: También conocido como pie plano
- Ampollas y rozaduras.
- Sequedad cutánea o el exceso de transpiración.
Como verás, son muchas las lesiones por las que nuestros pies pueden padecer, por eso te recomendamos que si estás pensando en estudiar podología, ubiques el mejor lugar en el que puedas recibir la capacitación más completa para tratar estas y otras afecciones que tus futuros pacientes puedan presentar.
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